Cartas de Rosalia...

Hola hola mis unicornios...



bueno estuve algo calladita pues como muchos saben mi perrita falleció el pasado jueves y creo mucho en que transmitimos nuestro estado de animo y quería compartir una carta cuando estuviera mas calmada...



y entre la perdida fisica de Beba y entre los afanes del diario vivir y ver el modo tan distinto en que he ido asumiendo los golpes... dije pues debo irme por ese tema... y naturalmente no sabia por donde comenzar tantas ideas y sentimientos encontrados... pero Hoy Domingo, desperté con un mensaje de una de mis personas favoritas en el mundo, mi Escarfa, y bueno hoy les compartiré estas fabulosas letras del grande Dalai Lama, pues de eso se trata de compartir con el mundo lo que sabemos, conocemos y aprendemos... siempre y cuando alimente el alma nuestra y de los demás...
espero se identifiquen tanto como yo y ya quiero que la proxima semana empecemos a interactuar y me digan que temas quieren leer...

Se llama calma y me costó muchas tormentas.

Se llama calma y cuando desaparece salgo otra vez a su búsqueda.


Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.


Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.


Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.


Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.


Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.


Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.


Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.


Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.


Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar. 


Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar.


un abrazo grande, dos besos...

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